martes, noviembre 18, 2014

Huracán, ese guapo de arrabal


Así se lo identificaba a Huracán, ya desde sus tiempos fundacionales y bien entrados los años cincuenta. En las publicidades (como la histórica de los Grandes, de Imparciales), en los reportajes gráficos (como en el de esta imagen) y en el imaginario colectivo.Club de guapos, de arrabal, de los Barrios del Sur, ranero, intenso, inquebrentable. En aquel espejo, ahora distorsionado, debemos mirarnos ahora también. Para recuperar aquella impronta que imponía respeto.

Lo cuentan los que lo presenciaron: el que iba a jugar a Parque de los Patricios sabía que allí nada resultaría sencillo. A Huracán se lo respetaba. Incluso al margen de dónde estuviera ubicada su cancha: en Chiclana y Avenida La Plata o en Alcorta y Luna. Porque tenía cracks, claro. Pero también porque tenía ese coraje que todos le reconocían.

Parece una mentira, pero es verdad: Huracán estuvo invicto más de cuatro años y tres meses jugando como local, entre mayo de 1920 y el último día de agosto de 1924. Así, con esa fortaleza para transformarse en invencible en su casa, en ese período fue bicampeón y en ninguna de las cuatro campañas bajó del segundo puesto. Datos de aquellos guapos de verdad...  

////

Detalle: Mañana, en Formosa Quemera, también seremos locales. Y habrá que ser guapos ante Rafaela, en las semifinales de la Copa Argentina. Que lo sepan: Vamás por La Séptima Copa, por la Estrella Doce