Wanchope Abila, el festejo del segundo gol del equipo. También el principio de un triunfo fundamental.
Huracán 2-Atlético Tucumán 1
Había que ganar. Y se ganó. Había que demostrar que la inevitable condición de candidato estaba sostenida por el juego. Y sólo se consiguió de a ratos. Se cumplió un objetivo, el más importante. Faltó el otro. Pero para eso, hay tiempo. Por ahora es cuestión de crecer y de creer. Que no es poco, claro.
Así estamos:
En la tabla
En el fixture