Hay varios modos de interpretar la
aparentemente dinámica condición de "Grande". Se pueden tener en cuenta
un montón de variables que resultan oscilantes y con frecuencia dependen
de los momentos: los títulos, la cantidad de socios, la convocatoria de
los clubes, el aporte a la Selección, las tablas históricas. Todos
ellos son tan válidos como discutibles y circunstanciales. ¿Sería
"Grande" Arsenal si ganara las próximas cinco Libertadores o si fuera el
primer club argentino en ganar el Mundial de Clubes de la FIFA?
¿Dejaría de ser "Grande" River si se quedara sin cancha y sin sede y
nunca más fuera campeón? ¿Serían "Grandes" All Boys o Nueva Chicago si
obtuvieran todos los torneos de la próxima década y construyeran enormes
estadios para su eventualmente creciente masa societaria? ¿Dejarían de
ser "Grandes" San Lorenzo o Racing si descendieran consecutivamente a la
C? No, definitivamente no.
Sucede que la condición de "Grande" es otra cosa. Tiene que ver con la tradición, con la historia que se escribió en algún momento determinado. Sirve un ejemplo: Boca, ahora, tiene más títulos internacionales que Independiente. Pero el "Rey de Copas" es el club de Avellaneda. Lo cuenta esa misma tradición. Quedó retratado así para siempre. Es una marca registrada. Algo inmodificable. Incluso más: en el ámbito local, hubo un carácter oficial de "Grande" homologado por la propia AFA.
En los años 20, el concepto de "Grande" ya comenzaba a mencionarse en el contexto del llamado "Amateurismo marrón" (los jugadores cobraban en negro y no tenían contrato). Era la antesala de aquel Profesionalismo que estaba llegando. Escribió Osvaldo Bayer sobre aquel tiempo: "El fútbol se capitaliza. A los jugadores -amateurs hasta ese momento- se los retiene en los clubes por dinero, y los clubes que tienen dinero atraen a los mejores de los clubes pobres. Aparecen ya, a comienzo de los veinte, las categorías de clubes grandes y clubes chicos".
Entonces,
en 1931 se hace oficial el cambio en el modo de desarrollar la
actividad. Los jugadores pasan a ser oficialmente lo que, de hecho, ya
eran: profesionales. Son 18 los equipos que comienzan en la máxima
categoría. Nueve de ellos ya habían salido campeones: Racing (9), Boca
(6), Huracán (4), San Lorenzo (3), Independiente (2), River,
Estudiantes, Gimnasia y Quilmes (uno cada uno). El promedio de puntos
obtenido hasta aquella temporada inaugural también muestra quiénes eran
los principales protagonistas a esa altura: Boca: 76,71 por ciento;
Racing: 76,67; San Lorenzo: 69,10; Huracán: 68,02; River: 66,86 e
Independiente: 65,74. La Era
Profesional, esa continuidad dentro de la Historia del Fútbol Argentino, amanecía con seis equipos como candidatos.
Con
la fundación de la actual AFA en 1934, los clubes más importantes
comenzaron a reclamar una participación en las decisiones proporcional a
su relevancia. Hubo encuentros y discusiones durantes tres años. Hasta que
en la reunión del Consejo Directivo de la
AFA, el 5 de agosto de 1937, se dispuso establecer el voto proporcional. Estos eran los aspectos a considerar:
1) Tres votos para los clubes que tuvieran 20 años de participación consecutiva en los torneos oficiales, hubieran sido campeones en 2 o más temporadas y que sumaran más de 15.000 socios.
2) Dos votos para los clubes con más de 10.000 socios y menos de 15.000, o el que no teniendo esa cifra, haya sido campeón de Primera y tenga en la división una antigüedad no menor de 20 años.
3) Un voto para los que estén fuera de las consideraciones anteriores.
Inicialmente,
Racing (9 títulos y 27 temporadas), Boca (9 y 25), San Lorenzo (4 y
23), River (3 y 29) e Independiente (2 y 26) encajaron en el primer
grupo. Y Huracán (4 y 24) quedó en el segundo lugar de privilegio, como
el sexto equipo en cuestión. Le faltaban algunos socios apenas. Estudiantes (campeón en 1913) y Gimnasia
(vencedor en 1929) aparecen también en el segundo escalón. En la Memoria
y Balance de la AFA de 1942 se modifica el cálculo de votos. Y Huracán
es incluido en el primer grupo, el de los más grandes. Señala el
Artículo 94 de la Normativa: "En virtud de lo establecido en al
artículo 13 de este Estatuto,
quedan compredidos en el inciso a) del mismo los clubes. Atlanta,
Banfield. Chacarita, Ferro, Lanús, Newell's, Platense y Central, con un
voto
cada uno; b) última parte, los clubes Estudiantes de La plata y Gimnasia
y Esgrima de La Plata, con dos votos cada uno; y en el inciso c) los
clubes: Boca, Huracán, Independiente, Racing, River y San Lorenzo, con
tres votos
cada uno". Este esquema se mantiene hasta principios de los años cincuenta. Luego, ya no hubo más votos privilegiados.
La última manifestación oficial de la AFA, en la Memoria y Balance de 1942. Seis grandes determinados por los votos privilegiados: Boca, Huracán, Independiente, Racing, River y San Lorenzo. Así mencionados por la máxima entidad del fútbol argentino, por orden alfabético.
No era casualidad: al finalizar 1941, Huracán era el tercer club con mayor cantidad de socios del fútbol argentino. Tiempos de Ducó en la presidencia, de obras, de crecimiento. El panorama a esa altura era el siguiente, de acuerdo con el Registro de Instituciones de la AFA de ese año:
1) Boca: 24.890 socios.
2) River: 22.948 socios
3) Huracán 21.554 socios.
4) San Lorenzo 21.331 socios.
5) Independiente 17.454 socios.
6) Racing 17.353 socios.
Luego venían los equipos de La Plata, lejos: Gimnasia (8.602) y Estudiantes (6.020). En tanto, los rosarinos -dos años después de incorporarse directamente a la AFA- sumaban entre ambos menos de diez mil socios: Newell's (5.564) y Central (3.799). Y Vélez, con 2.450 socios, tenía poco más que la mitad de Ferro (4.090).
La última manifestación oficial de la AFA, en la Memoria y Balance de 1942. Seis grandes determinados por los votos privilegiados: Boca, Huracán, Independiente, Racing, River y San Lorenzo. Así mencionados por la máxima entidad del fútbol argentino, por orden alfabético.
No era casualidad: al finalizar 1941, Huracán era el tercer club con mayor cantidad de socios del fútbol argentino. Tiempos de Ducó en la presidencia, de obras, de crecimiento. El panorama a esa altura era el siguiente, de acuerdo con el Registro de Instituciones de la AFA de ese año:
1) Boca: 24.890 socios.
2) River: 22.948 socios
3) Huracán 21.554 socios.
4) San Lorenzo 21.331 socios.
5) Independiente 17.454 socios.
6) Racing 17.353 socios.
Luego venían los equipos de La Plata, lejos: Gimnasia (8.602) y Estudiantes (6.020). En tanto, los rosarinos -dos años después de incorporarse directamente a la AFA- sumaban entre ambos menos de diez mil socios: Newell's (5.564) y Central (3.799). Y Vélez, con 2.450 socios, tenía poco más que la mitad de Ferro (4.090).
Aquella resolución resulta también la última expresión oficial de la AFA sobre la cuestión. El mapa del fútbol argentino era el siguiente entonces, ya un lustro después, a principios de 1947:
Los Grandes, tres votos:
Boca (12 Campeonatos; 35 temporadas; 9 Copas)
Racing (9 Campeonatos; 37 temporadas; 12 Copas)
River (7 Campeonatos; 39 temporadas; 7 Copas)
San Lorenzo (5 Campeonatos; 33 temporadas; 2 Copas)
Independiente (4 Campeonatos; 36 temporadas; 9 Copas)
Huracán (4 Campeonatos; 34 temporadas; 6 Copas)
Los Medianos, dos votos:
Estudiantes (1 Campeonato; 35 temporadas; 2 Copas)
Gimnasia (1 Campeonato; 29 temporadas; 1 descenso)
Los Chicos (ordenados según su ubicación en la campaña de 1946 en Primera), un voto:
Rosario Central (8 temporadas; 5 Copas; 1 descenso)
Platense (34 temporadas)
Newell's (8 temporadas; 2 Copas)
Vélez (26 temporadas; 1 descenso)
Lanús (27 temporadas; 1 descenso/fusión)
Chacarita (21 temporadas; 1 descenso)
Tigre (29 temporadas; 2 descensos)
Atlanta (35 temporadas; 1 descenso/fusión)
Ferro (33 temporadas; 1 descenso)
Ya más tarde, fueron los medios los que se encargaron de ofrecer miradas al
respecto; pero ya no hubo más manifestaciones oficiales. Y esas expresiones
mediáticas, naturalmente, tuvieron que ver con determinadas apariciones
de clubes relevantes: primero, el notable Estudiantes de Osvaldo
Zubeldía hacia finales de los años 60; luego, a partir de los años 70,
el creciente fenómeno de los clubes rosarinos, Central y Newell's; más
tarde, desde los 90, la irrupción de un Vélez protagonista y exitoso. El
club de Liniers es el perfecto ejemplo del crecimiento escalón por
escalón: hasta los años 50 resultaba decididamente un club chico; en los
60 ya se comienza a involucrar en la clase media; a partir de los 90 se
transforma en un competidor de elite; en la actualidad es candidato en
cada torneo que comienza. Dicho de otro modo, Vélez es un poderoso de
este tiempo. Tanto que ya es el quinto equipo en la tabla histórica del
Profesionalismo, incluso delante de Racing. Pero la condición de
"Grande" -esa que cuenta la historia, la tradición- no está
estrictamente en juego más allá de las discusiones de bar o en los foros
de Internet, todo ese folclore que nada tiene de rigor histórico. Ya la definió la AFA, por última vez, hace más de siete
décadas.
Ser "Grande" es una tradición que los éxitos ajenos no modifican. Y en tal sentido, también hay números que lo cuentan. La convocatoria en el Profesionalismo, ese aspecto insoslayable para determinar el índice de popularidad de un club, lo retrata de manera implacable. Más allá de los vaivenes y de las apariciones posteriores, el promedio de venta de entradas entre los históricos equipos de Primera se mantuvo fiel a aquella determinación de la AFA de los años cuarenta. Lo que sigue es el detalle del promedio de venta de entradas por partido en la historia del Profesionalismo (1931-2009), según una publicación del diario Olé y del libro del centenario de San Lorenzo, con datos ofrecidos por la propia AFA:
1) Boca 17.447
2) River 16.279
3) San Lorenzo 11.585
4) Racing 11.428
5) Independiente 11.180
6) Huracán 7.668
Es
cierto, de todos modos: Huracán lleva tres décadas de retrocesos y de
espasmos felices sin consagración. En simultáneo, en tiempos de torneos
cortos, Vélez compite a la altura de los mejores; y Estudiantes se sumó
de idéntico modo en el estupendo Ciclo Verón. En cuanto a convocatoria,
en tanto, los dos rosarinos están a la altura de los "Grandes", más allá
de los avatares de sus campañas. Pero así como Independiente se
consolidó como "El Rey de Copas" -más allá de discusiones mediáticas y
numéricas-, Huracán es ese "Grande" que la tradición cuenta. Incluso a
pesar de tantas penas de tango sufridas en tiempos recientes...
Más:
"Grande se nace": así estaba cada uno al inicio de la Era Profesional, en el Blog.
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