La mirada de los medios en aquellos días del viejo duelo.
En 1925, Huracán volvió a realizar una notable campaña, tras un 1924 irregular.
Sin la presencia de Boca (estuvo de gira por Europa y sólo disputó 7
encuentros del campeonato local), Huracán consolidó su liderazgo. De
todos modos, se encontró con un rival fortísimo: Nueva Chicago, que -por ejemplo- ganó sus 11 partidos como local.
En sus 21 encuentros de la campaña, el campeón sólo perdió uno (0-2 ante Sportsman, en
la cancha de Río IV y Perdriel). Y, en noviembre consiguió un triunfo
fundamental: 1-0 ante Chicago, como local. De ese modo, los equipos de
Parque de los Patricios y Mataderos igualaron el primer puesto con 38
puntos.
Entonces, el 22 de agosto de 1926 se disputó el encuentro
decisivo, en la cancha de Sportivo Barracas. Se trató de un partido muy
accidentado: tensión, quejas, forcejeos, incertidumbre. Los equipos
estaban igualados 1-1, con goles de A. Maure (a los cuatro minutos del
primero tiempo para Chicago) y de Cesáreo Onzari (a los 18 del segundo
para Huracán). Disconformes con la actuación del árbitro Luis Celleri,
sobre todo tras la expulsión de Varela, quien reclamaba por un presunto
golpe de Juan Pratto, los jugadores de Chicago decidieron no continuar
el partido. Luego, las autoridades determinaron a Huracán como el
campeón de la temporada, por el abandono de Chicago. Más tarde, Chicago
decidiría alejarse de la Asociación.
El día de la consagración, Huracán formó con: Armando Ceresetto; Carlos Nóbile, Juan Pratto; L.Molinari, Antonio Chiesa, Cayetano Federico; Adán Loizo, F.Gastelú,
Guillermo Stábile, Ángel Chiesa (capitán) y Cesáreo Onzari. Once nombres
para otra jornada gloriosa, para otro año consagratorio.
Más:
Otros detalles de aquella temporada, en el Blog.
El mano a mano:
Historial ante Nueva Chicago: 10-4-9. Se enfrentan desde 1920.
Temporadas en Primera: 89-16. Chicago participó por primera vez en 1920.
Títulos en Primera: 5-0.