miércoles, diciembre 28, 2011
Aquella final interminable
En la temporada de 1923 -que finalizó al año siguiente- Huracán tenía todo para ser tricampeón, ese privilegio que sólo Lomas Athletic, Alumni, Racing y River consiguieron en el fútbol argentino. El equipo había sumado 51 puntos en 29 partidos. Y Boca, el archirrival, también tenía 51, pero un partido más. El tercero, Sportivo Barracas, ya se había quedado sin chances. La Asociación Argentina tomó una decisión que merecía un escándalo: en vez de permitirle a Huracán igualar a Boca en la cantidad de partidos, decidió que se jugara un desempate entre ambos equipos. Entonces, entre marzo y abril, se disputaron cuatro finales. La primera serie de ida y vuelta, en la cancha de Sportivo Barracas, finalizó con un triunfo para cada uno (3-0 Boca; 2-0 Huracán). El tercer partido se disputó en GEBA: hubo empate sin goles tras 120 minutos de juego. Por último, el 27 de abril, otra vez en Sportivo Barracas, Boca se impuso 2-0, con dos goles de Garasini. Ese día, Huracán formó con: Marmo; Nóbile, Pratto; Federico, Vázquez, Scursoni; Loizo, Rodríguez, Chiarante, Chiesa y Onzari. Se trató del desempate final más largo de todos los tiempos: se jugaron 390 minutos para definir el campeón.
Y entonces, Boca se consagró al amparo de esa decisión que lo ubicó en un lugar que no le pertenecía...