martes, noviembre 30, 2010
Un gol, un silencio, un mensaje
Paolo Goltz -capitán de Los Angeles de Cappa, símbolo de Huracán en la última década- fue transferido a Lanús, que le compró la totalidad de su pase y cedió a Carlos Quintana a préstamo con una opción equivalente al doble de lo que se pagó por Goltz. Está jugando bien. Y también hace goles. Vino al Ducó y, de cabeza, convirtió el primero de la victoria de Lanús. No lo gritó. Pero más allá del respeto, ese silencio es también un mensaje: Huracán se está manejando mal desde la base. Vende pronto, mal, barato. Y contrata peor que ninguno: sin capitalizarse. Así, el futuro será peor que este presente de penas y dolores.