viernes, julio 14, 2006

Los gloriosos años 20


Cesáreo Onzari y Guillermo Stábile, figuras centrales de La Década de Oro. Cuatro campeonatos y constante protagonismo.


Fue el ballet blanco

Un nuevo quiebre se produjo en el fútbol argentino en 1919. Fue el más profundo y duró hasta que el presidente Marcelo Torcuato de Alvear, en 1927, elaboró un laudo histórico que unificó a las dos Asociaciones. La década del ''20 fue la que le dio el gran espaldarazo al fútbol, con el surgimiento de los clubes con gran convocatoria. La división determinó que Boca y Huracán lideraron la Asociación Argentina y el resto de los clubes que empezaban a contar con el apoyo popular (Racing, el de mayor arraigo, Independiente, San Lorenzo, River, Gimnasia y Esgrima La Plata, Platense, Tigre y Atlanta, entre otros) se nuclearon en la Asociación Amateurs. Esta conformación derivó en que no hubiera un sólo equipo que monopolizara la década, como antes Lomas, Alumni o Racing.Sin embargo, Racing volvió a ganar el torneo de 1921 en la Asociación Amateurs (quedó segundo de River a 2 puntos en 1920) y concretó ocho títulos en nueve años. Cerró su fenomenal campaña en el amateurismo con otro campeonato en 1925, sumando nueve, uno menos que Alumni, y dejando para la historia la calidad de su juego. Boca y Huracán se dividieron todos los títulos de la Asociación Argentina entre 1919 y 1926. Boca ganó el de 1919 y la Copa Competencia de ese año. Repitió en 1920 y también sumó a sus vitrinas la Copa de Honor. En ese tiempo nacieron los ídolos boquenses con el arquero Américo Tesoriere y Pedro Calomino, un puntero derecho de gambeta endiablada e imprevisible. Después, Ludovico Bidoglio pasó a ser el símbolo por la jerarquía de su juego defensivo. Boca cubrió esa etapa gloriosa con los títulos de 1923, 1924 y 1926 y con una inolvidable gira por Europa, en 1925, en la que conquistó 15 triunfos, 1 empate y tres derrotas. El plantel fue recibido como héroes y lo declararon campeón de Honor. A partir de esa gira, Boca comenzó a ganar una enorme popularidad. Ya con el fútbol unificado, consiguió el último título del amateurismo, en 1930.Huracán ganó tres títulos con el fútbol dividido (1921, 1923 y 1925) y el cuarto (en 1928) con la unificación, en un torneo en el participaron todos los grandes, con 36 equipos. Huracán pudo definirlo en las últimas fechas por un punto de diferencia sobre Boca (58 a 57). El equipo de Parque Patricios conformó una de las delanteras más recordadas de la era amateur: Loizo, Spósito —también actuó Pratto—, Guillermo Stábile (foto del blog), goleador del Mundial del 30 en Montevideo, Chiessa y Cesáreo Onzari, el autor del primer gol olímpico de la historia, el 2 de octubre de 1924 frente a los campeones olímpicos uruguayos. Huracán formó una parte grande de la historia en la época romántica.Si Boca y Huracán dominaron la Asociación Argentina, otros dos grandes repartieron los títulos de la Asociación Amateurs. San Lorenzo e Independiente. En 1923 y 1924 nacieron "Los gauchos de Boedo", con una una línea delantera -denominación de aquella época para los cinco forwards— formidable: Carricaberry, Lindolfo Acosta, Juan Maglio, Velente y Delor. Logró el título de 1923 con 35 puntos en 20 partidos, lo que representa una efectividad del 87,50 por ciento. Espectacular. San Lorenzo completó su triplete de la era amateur como primer campeón de la era unificada, en 1927, con un equipo en el que se destacaban Pedro Omar, sobrio zaguero derecho, y Luis Monti, Doble Ancho. En ataque, en la punta derecha era un lujo la habilidad de Pedro Carricaberry y en el centro del ataque se lucía Juan Maglio, hijo del bandoneonista del mismo nombre, apodado Pacho, autor de un tango memorable: Sábado inglés.Independiente se anotó con el primero de una interminable serie de títulos nacionales e internacionales en 1922. Cuatro años más tarde, en 1926, gano invicto el torneo con 26 participantes. Obtuvo 21 victorias y 4 empates. Manuel Seoane era el conductor de una delantera excepcional: Canaveri, Lalín, Ravaschino, el negro Seoane y Raimundo Mumo Orsi, campeón del mundo con Italia en 1934.Antes de que finalizara el amateurismo, Gimnasia y Esgrima La Plata se dio el gusto de ser campeón. En 1929 derrotó en la final a Boca, en cancha de River, por 2-1.Después, en 1931, llegó el profesionalismo. Pero el fútbol estaba de antes. Con una lucha por imponer condiciones sociales y de clase en los primeros tiempos, con muchas desprolijidades (los jugadores eran dueños de sus pases y cambiaban frecuentemente de club, en algunos casos hubo futbolistas que vistieron tres casacas distintas en una temporada), en los calendarios (hubo algunos torneos que no finalizaron y fue campeón el equipo que iba primero), con dirigentes visionarios y otros no tanto. Pero nadie puede ignorar la importancia vital del amateurismo en el desarrollo de un fútbol que muestra el orgullo de seis títulos del mundo (dos en mayores y cuatro en juveniles). La historia de nuestro fútbol no empezó en 1931. Bajó de los barcos en el siglo XIX.

Nota publicada por mi amigo Pedro Uzquiza, en Clarín, el 21 de julio de 2001.