sábado, diciembre 13, 2008

Misterios del Ducó

Huracán ante su público, el día del regreso al Ducó. Hubo 16.000 quemeros. Y un triunfo enorme ante Vélez, en el único partido jugado en casa en el año del Centenario.

Apertura, decimonovena fecha: Huracán 3-Vélez 0. Después de 438 días y de varias amarguras y fastidios por el desarraigo, Huracán regresó al Ducó, su estadio, su espacio de pertenencia. Y luego de una campaña desencantadora y de antecedentes cercanos para preocupar al más optimista, de repente, bajo el sol de Parque de los Patricios, Huracán se reencontró con su esencia. Y con sus propios misterios agradables.
No había razones para que Huracán jugara como jugó. El equipo estaba más para los rechazos y los silbidos que para ese desenlace con aplausos y goleada ante Vélez. Incluso los hinchas habían llegado a Alcorta y Luna con la sensación de que la tabla de los promedios comenzaba a ser la prioridad inmediata y se fueron con la impresión de que, quizá, el horizonte que se avecina no resulte tan traumático.
En el cierre del año del centenario, fue un remanso volver al barrio, a los ritos de la previa, al romance con los recuerdos, a la popular Ringo Bonavena, a la platea Alcorta. Nadie puede explicar los por qué del cambio de realidades. Tal vez sean los misterios del Ducó...

Texto publicado por el autor del Blog en Clarín.

El mejor: César González y Javier Pastore.
El peor: Hernán Barcos.

Así estamos:
En el Apertura.
En los promedios.
El fixture.