Recibí muchos mails por la opinión publicada en Clarín ("Una ingratitud sin razones") y reproducida en este Blog. La amplia mayoría de ellos, con una sensación diferente, con una queja. Para todos aquellos que sospechan respecto de la actitud del equipo, para todos aquellos que insultaron, se quejaron, se indignaron, los invito a reflexionar, a hacerse estas seis preguntas:
1) ¿No era más fácil que Marcelo Barovero sacara las manos mínimimante para que Huracán no estuviera al borde del empate incluso hasta la última jugada?
2) ¿Usted piensa que Alan Sánchez pateó para que no entrara? ¿Cuál sería la queja si cualquiera de sus dos tiros rozaba en alguien y entraba, cuando ya no quedaba tiempo para nada?
3) ¿Lo vio jugar a Leandro Díaz? Parecía Barrientos, Carrizo y el Chacho Cabrera juntos.
4) Contra Arsenal, por ejemplo, el equipo jugó muchísimo peor. Ni hablar contra Olimpo y ante Gimnasia de Jujuy, en el Apertura. Nadie se quejó. ¿Por qué? Porque no estaba todo el morbo del que piensa mal.
5) Sin Barrientos, Huracán sumó apenas dos puntos de 27 posibles. ¿No habría que buscar las razones más por ese lado?
6) ¿Por qué Federico Nieto se fue aplaudido y siete minutos después, tras el gol de Sava, todos insultaban a todos?