Federico Nieto puso la cabeza como tantas veces. Saltó, ganó en lo alto y la colocó ahí, donde Justo Villar ya no podía llegar. Un gol. Tres puntos ante un rival que llevaba diez partidos sin perder en el Coloso del Parque de la Independencia. Es el tercer tanto de Nieto en el Clausura y el quinto en la temporada. Parecen pocos considerando su constancia, su presencia en el área y su juego aéreo. Sin embargo, también con esas particularidades es valioso en otros aspectos menos visibles: las pelotas detenidas rivales, los espacios que le genera a Andrés Franzoia y todo lo que aguanta con su cuerpo. Lo malo es que, casi seguro, ya no estará la próxima campaña. Pero antes de lamentarlo hay un clásico y otras cuatro fechas con partidos decisivos... Y aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir...