Miguel Brindisi fue clave en uno de los ocho clásicos que Huracán y San Lorenzo disputaron en La Bombonera. Sucedió en el histórico 1976: el triunfo fue 4-2, con una notable demostración colectiva. René Houseman, dos de Brindisi (uno de penal) y Carlos Leone permitieron otra alegría memorable, aquel 14 de julio. Ese día, Huracán formó con: Baley (Jurkevicius); Cheves, Longo, Fanesi, Carrascosa; Brindisi, Ardiles, Leone, Larrosa; Houseman y Sánchez.
Huracán y San Lorenzo jugarán el sábado, desde las 17.10, en un escenario infrecuente, la Bombonera, por razones de seguridad. Más allá de la enorme ventaja de San Lorenzo en el historial (35 triunfos de diferencia en torneos de liga, desde el clásico inaugural de 1915), la cancha de Boca tiene una peculiar historia. Se enfrentaron allí en ocho de las 156 ediciones del clásico: San Lorenzo ganó dos veces; hubo tres triunfos de Huracán y tres empates. Con un detalle relevante añadido: en ninguna de esas temporadas San Lorenzo se consagró campeón; y Boca (ahora rival directo en la pelea por el título del Apertura) dio la vuelta olímpica en tres de esas ocasiones.
El primer partido trasladado a la Boca sucedió el 3 de octubre de 1954: igualaron 1-1. Al año siguiente, San Lorenzo se impuso 3-2. Catorce años más tarde, por el Metropolitano de 1969, Huracán se impuso 3-1. El segundo triunfo de San Lorenzo fue por goleada: 5-1, el 28 de marzo de 1971, por el Metropolitano de ese año, que ganó Independiente.
El quinto clásico de esta serie se jugó un mes después de que Huracán festejara su único campeonato en la era profesional: el 16 de octubre de 1973, igualaron 2-2.
Tres años después, por la rueda final del Metropolitano de 1976, los de Parque de los Patricios ganaron 4-2. No fue un clásico más: se trató del tercero de una racha histórica. Esa temporada, en la que Huracán fue subcambeón del Metropolitano (detrás de Boca, a pesar de haber sumado nueve puntos más), se dio un hecho único en la historia del fútbol argentino: aquel equipo en el que jugaban Héctor Baley, Osvaldo Ardiles, Miguel Brindisi y René Houseman ganó cinco clásicos consecutivos en el mismo año.
El sexto eslabón de la cadena fue un clásico con consecuencias para San Lorenzo: el 24 de junio de 1981, Huracán lo venció 1-0 (con gol de Carlos Centurión). Luego de ese partido, San Lorenzo no se recuperó: ganó apenas un partido de los últimos nueve y descendió, junto a Colón, en la última fecha.
La última versión del clásico en la Boca se jugó en la campaña 85/86: por la primera rueda, el 9 de noviembre de 1985, igualaron sin goles. Esa temporada también tuvo un hito: Huracán descendió por primera vez en su historia. Ahora, más de dos décadas más tarde, el duelo barrial volverá a dirimirse en la Bombonera. La historia del clásico dice que esa cancha le sienta mejor a los Parque de los Patricios.
Versión corregida del texto publicado en Clarín por el autor del Blog.