jueves, septiembre 05, 2013
Desde siempre
Año 1930. El público de Huracán desborda la vieja cancha de Alcorta y Luna, la anterior al actual Ducó. No cabe nadie más, incluso a pesar de que la campaña del más campeón de la década (junto a Boca) no fue buena en ese último año de la Era Amateur (terminó decimocuarto entre 36 equipos). En aquel tiempo, el Globo de Newbery tenía una de las cinco grandes canchas de la Ciudad de Buenos Aires, con capacidad para 40.900 espectadores. Estaba sólo detrás de las de San Lorenzo (73.400), River (58.000) y Boca (55.000); y delante de la de Sportivo Barracas (33.000), frecuente escenario de los partidos del seleccionado en los años veinte. Toda esa gente iba a a ver Huracán, orgullo de los Barrios del Sur.