Huracán había hecho apenas un gol en cuatro partidos. Mientras oscurecía en Jujuy, metìó tres frente a Gimnasia. Y no alcanzó ni siquiera para sumar un punto. Como en La Plata, ante el otro Gimnasia, Huracán se llevó menos que lo que mereció en el juego. No sólo los tres gritos merecían al menos una módica alegría...