Nuestro Ringo, ante Ali. Hay que golpear primero, como él.
Por Eladio Mases
El título parece una osadía o una exageración. Pero no es nada de eso. Se trata de una lectura de la realidad numérica de Huracán a lo largo de su recorrido por esta temporada del Nacional. Las cifras y los detalles son elocuentes:
-De las 12 veces en las que Huracán marcó antes que su rival en esta campaña, ganó 11. Y en sólo 3 de esas 12 ocasiones el oponente consiguió marcar un gol. Es decir: si golpeamos primero, casi seguro ganamos. Así lo cuentan los números.
-El único equipo que consiguió dar vuelta el resultado ante Huracán fue Instituto, en la octava fecha, en el Palacio Ducó. Se impuso 3-1 tras remontar la desventaja inicial a consecuencia de un tanto de Gonzalo Martínez. En el equipo cordobés el técnico era Frank Kudelka; y la figura de la cancha y el autor de uno de los tantos fue Wanchope Abila. Los dos, ahora, son locales en Alcorta y Luna.
-Por el contrario, de las 16 veces que Huracán recibió el primer tanto del encuentro, cayó en 12. Los demás, tres fueron empates (2-2 ante Independiente Rivadavia, 1-1 contra Almirante Brown y 1-1 frente a Defensa y Justicia, todos de local) y sólo una vez el equipo consiguió dar vuelta el resultado (frente a Crucero del Norte, en el Ducó).
-De esas 16 ocasiones, Huracán no marcó tantos luego en 12. Y nueve de sus 13 derrotas en la temporada fueron 1-0 por ese tan valioso gol inaugural.
-Al margen, en 4 de las 32 fechas disputadas el Globo de Newbery igualó sin convertir (tres en condición de visitante y apenas una en Parque de los Patricios, ante Ferro).
No es un misterio. Y tampoco se parece a una casualidad. Al contrario: se trata de un rasgo del equipo. La ecuación, en consecuencia, parece bastante simple: si en este tramo final de 10 fechas, Huracán consigue marcar primero, el obligatorio objetivo del regreso a la A estará mucho más cerca de lo que imaginamos. De lo contrario, nos tendremos que preparar para nuestra Temporada Número 13 en el Nacional. Una yeta, de algún modo.