El partido del viernes contra Gimnasia de Jujuy aparece, ante una mirada inicial, como un pequeño detalle en el calendario de Huracán. Pero no. Nada de eso. Debe ser considerado como una final: tal como se dieron las cosas en la tabla de los promedios, una victoria garantizará en Centenerio Quemero en la máxima categoría, como corresponde. Pero no sólo eso. Será el primer paso de un tramo final que debe ser abordado con responsabilidad máxima. No alcanza la permanencia, tampoco importa tanto la clasificación a la Copa Sudamericana. Hay otra prioridad: Huracán necesita un colchón de puntos para la próxima temporada, para evitar el maldito síndrome de la temporada 2002/03.
Para garantizar la continuidad en Primera tras dos temporadas sin pasar por la Promoción un equipo necesita de 96 puntos acumulados, lo que significa un promedio de 1,263. Con esa cifra todos los equipos evitaron el descenso.
Huracán lleva 44 unidades en 31 encuentros (1,419). Y quedan por delanter 21 puntos en disputa. Todo lo que el equipo sume en lo que resta de la campaña 2007/08 será un precioso ahorro para lo que sigue. Sobre todo considerando la inestabilidad que se generará en el plantel a partir de que la mayoría de los futbolistas está a préstamo. Y de que no son días felices para la economía del club.
Por eso, lo que queda debe tener el mismo carácter relevante que lo que se jugó hasta el momento. No se admiten quebrantos ni relajaciones. El futuro cercano está en marcha. Y se empieza a construir el viernes, contra Gimnasia de Jujuy, en el Diego Maradona.
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