La esencia Quemera en su estado más puro. Un recorrido por el pasado de Huracán, un retrato de su presente, una mirada para ofrecer caminos. Desde 2006, un espacio de pertenencia de nuestro Globo entrañable.
Me tocó entrevistarlo a Miguel Brindisi. Me tocó escucharle un entusiasmo compartido: Quiere un Huracán grande, un Huracán de todos. No es poco. Se trata de un principio.
Miguel Brindisi, el técnico del Clásico 160, y sus palabras. El tres a cero en la boca del tipo que cuando terminó el partido se quería colgar del alambrado como uno más, como el hincha que es. Lo dijo y lo sintió: el quemero estaba representado en la cancha.
Carlos Quintana y el primer gol, en la tapa de Olé. El festejo, en Página/12. Sólo por citar dos ejemplos. Lo contaron los medios: Huracán fue el gran protagonista del fin de semana. Entre asombros, el Globo de Newbery voló por encima de todos.
"Bolatti, Bolatti es mi espejo. Trato de copiarle muchas cosas. Siempre miro sus videos por Internet. Y me gusta mucho Battaglia. El de Boca, ja". Eso le dijo a Olé. Eso es Rodrigo Battaglia, ese pibe que llegó a La Quemita casi de casualidad, que se sumó, que sorprendió, que fue figura del Clásico de Barrio más grande del mundo y que, de repente, es una de las revelaciones más atractivas del Apertura.
El equipo y la gente, en la antesala de la Edición 160 del clásico, desde aquel partido fundacional de 1915. Los once que empezaron el precioso camino a la goleada. Con un detalle que entusiasma y asombra: nueve de los 14 que participaron del triunfo ante San Lorenzo, surgieron de La Quemita.
Un clásico del clásico: los afiches posteriores al partido. Acá, tres versiones gestionadas por Patria Quemera. Para continuar con los festejos de la goleada de Los Pibes de la Quema.
Los tres goles de Huracán para una victoria mágica, asombroso, divina. Tres a cero a San Lorenzo, que se despidió de la pelea por el título. Tres nombres que se reivindicaron ahora, en días bravos: Carlos Quintana, Facundo Quiroga y Diego Rodríguez. Una diferencia que no sucedía desde hace 38 años (desde el 3-0 al archirrival campeón en aquella temporada). Gritos que tendrán eco en toda la historia de este clásico.
Todavía lo estamos gritando este gol de Quintana. Pero después vinieron dos más (uno de Facundo Quiroga y otro de Diego Rodríguez, de penal) en la Edición 160 del Clásico. Y, al final el festejo de la goleada, de este domingo sin olvido. Sí, Huracán 3-San Lorenzo 0. Que viva esta disfonía...
En los últimos 35 años, Huracán y San Lorenzo protagonizaron el clásico más parejo del fútbol argentino (hasta esta Edición 160): 19 triunfos contra 17 para los de Boedo. Un duelo que nació en 1915 y que ahora, como nunca, está más reñido que nunca, circunstancias de cada uno al margen.
La edición 160 del clásico entre Huracán y San Lorenzo (desde aquella cita inaugural de 1915) vuelve a tener la incómoda impronta de la violencia. Nació con el fantasma de los disparos sucedidos la semana pasada en la Ciudad Deportiva, que aún no se aclaró si obedecía a la interna de la barra de San Lorenzo o a la eterna e insoportable sucesión de enfrentamientos violentos con Huracán, con muertes incluidas. Y continuó ahora, con pintadas en el Ducó, muy cerca del acceso principal a la popular Ringo Bonavena. Decían: “Te vamos a matar uno más” . Según le dijeron a Clarín allegados al club de Parque de los Patricios “tuvo que haber sido en la madrugada del miércoles”. Nadie vio nada. Más allá de eso, también en los foros de Internet, se repiten amenazas y cargadas inaceptables, ajenas a cualquier folclore . Se recuerdan los robos de las banderas por parte de los barras de Huracán y los crímenes de Ulises Fernández y de Cafú , ambos fanáticos de Huracán, muertos por balazos que aún no encontraron a todos sus culpables. No es una historia nueva, se trata de una repetida y lamentable ceremonia que no involucra a todos los hinchas, pero que sí los afecta. L a violencia de algunos genera el miedo de todos . Y entonces la fiesta del llamado Clásico de Barrio más grande del mundo pasa a ser un territorio de temores sin sentido. Para evitar susceptibilidades vinculadas con las banderas, la Subsecretaría de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos (Subsef) determinó que al clásico no se podrá acceder con banderas de ningún tipo, ni bombos, ni pirotecnia, ni nada de todo eso que tiene que ver con cierta esencia de un clásico. “Esperemos que sea un partido en paz, más allá de lo que pase en el campo de juego”, dijo Miguel Brindisi, quien conoce otro escenario: aquel de un color que poco tenía que ver con estos miedos y esta creciente sensación de drama. Algo parecido señaló el arquero Gastón Monzón, el integrante del plantel con mayor experiencia en este derby . También Ramón Díaz, quien recordó que nunca perdió el clásico frente a Huracán, solicitó una fiesta sin episodios de violencia. “Que lo podamos disfrutar todos y que gane el mejor...” Mensajes de paz que ojalá alcancen.
Miguel Angel Brindisi conoció mejores días de Huracán y celebró victorias frecuentes en ese clásico que tanto conoce, ante San Lorenzo. Fue parte de aquel equipo de 1976 que consiguió lo inédito en la historia de cualquier derby del fútbol argentino: cinco triunfos en un año. Pero el ahora es muy distinto: para el duelo del domingo, en el Ducó, ante el archirrival histórico deberá arreglarse con los retazos de un equipo que tiene la mirada puesta en la tabla paralela , la de los promedios, en la que sólo hay cuatro equipos debajo. Para ese partido, hay una certeza: habrá cambios respecto de la derrota ante Boca (0-2, en La Bombonera). Y también mil dudas: tiene pensado esperar hasta último momento para resolver la formación. “Que me saquen muerto de la cancha” , le dijo Rolando Zárate -el goleador de Huracán en el Apertura- al entrenador respecto de su deseo de afrontar el partido pasado contra Boca y el próximo ante San Lorenzo. Todo indica que el ex delantero de Vélez será infiltrado en la zona intercostal y jugará como titular en la edición 159 del clásico, desde aquel encuentro inaugural de 1915, en la cancha de Ferro. Al margen de la situación del delantero, está casi descartado Gastón Machín (con una lesión muscular) y es muy posible el regreso del mediocampista César Montiglio. De todos modos, en la práctica de ayer, nada de eso adquirió carácter oficial. Brindisi todavía no dispuso un equipo ni sobre el césped de La Quemita ni bajo el cielo del Ducó. Sin embargo, según pudo averiguar Clarín , el técnico analiza dos regresos: el de Kevin Cura y el del uruguayo Agustín Peña, de buenas actuaciones en la Reserva.
Javier Pastore es hoy un crack universal, uno de los jóvenes con más futuro y mayor cotización en la elite del fútbol. Juega en Palermo, lo quieren Milan, Juventus, Real Madrid, Barcelona, entre otros. Convierte goles, hace magia, genera aplausos y hasta veneración. Algunos ya lo comparan con Zidane. Parece mentira: hace poco más de un año jugaba con el Globo de Newbery en el pecho, tras los pasos de la Sexta Estrella.
Perdimos con Boca. No levantamos cabeza. Tenemos sólo cuatro equipos debajo en la tabla de los promedios (uno de ellos es River, el más campeón del fútbol argentino, que nunca se fue a la B). Los refuerzos juegan peor que mal. Los pibes que se suman vienen de una Reserva que no gana casi nunca. Diez puntos en once fechas. El escenario es el peor. Justo en la antesala del clásico contra San Lorenzo. No nos queda otra: llamemos al Chapulín Colorado.
Esta semana, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró de "interés cultural" al corredor de murales de Luna Quemera, que por iniciativa de la Subcomision del Hincha, se esta realizando en la calle Luna desde la Avenida Caseros hasta las puertas del Ducó, en Amancio Alcorta. Otro motivo de orgullo. Otra preciosa excusa para ofrecer nuestra esencia.
Hay un nuevo escenario en la vida íntima y política de Huracán: en las recientes elecciones de asambleístas, apenas el 19,99% de los votantes eligió a la lista oficialista Dale Globo. Las otras cuatro agrupaciones se repartieron el ochenta por ciento de los votos (con Círculo Arriba Huracán, con el 35%, y con MAX Huracán, con el 20,67%, como líderes). Hay una certeza: lo que sucede cada fin de semana que el equipo juega de local, en el Ducó, no es casualidad. La gente -el socio, el hincha auténtico- no está conforme con la conducción del club, incluso más allá de la campaña floja en el Apertura (con 10 puntos de 30 posibles) y del promedio escaso (Huracán está 15°, con 1,220). Hay un problema añadido y más preocupante dentro de ese contexto: la barra brava empezó a jugar su partido . Y todos saben -los que son del club y los que son del fútbol- que los barras no actúan por convicción. En la última presentación de Huracán en casa , ante All Boys, los muchachos del centro de la tribuna -los que portan la bandera de La Banda de La Quema - apretaron a todos aquellos que se manifestaban en contra de la actual conducción, en contra del presidente Carlos Babington. Y todo indica que la situación no variará. Mientras eso sucede, el técnico Miguel Brindisi busca el primer triunfo de su segundo ciclo en el club. Para eso, irá a la Bombonera (donde sólo ganó una vez, la última, en las recientes tres décadas) con un entusiasmo que nació ayer: los titulares golearon 4-0 a los suplentes, con dos tantos de Mariano Martínez, uno de Ezequiel Filipetto y otro de César Montiglio.
Darío Soplan, 18 años, mediocampista, formado en La Quemita, 56 minutos en Primera, fue el motivo de un grito que evitó una amargura y miles de fastidios. En la última jugada, estableció el empate ante All Boys. Apenas eso. Una aparición.
La Feria del Libro de Frankfurt, Alemania, una de las más importantes del mundo se puso en marcha esta semana. Con un motivo de orgullo para la Argentina: en esta edición, fue declarado como país "invitado de honor". Y dentro del ámbito del fútbol también hay otro visitante orgulloso: Huracán. El libro "Huracán en el Bicentenario de la Patria", de Susana Aradas, se está exponiendo allí. La obra resulta un recorrido por la vida de Huracán y su vínculo con los distintos espacios que lo distinguen: desde la poesía de Homero Manzi, el tango de Horacio Ferrer, las piñas de Ringo Bonavena hasta los goles de Guillermo Stábile en el Mundial de 1930, los Reyes de los años 20 y la influencia del Equipo de los Sueños de 1973 en el fútbol argentino y en el título mundial de 1978. Y con un inevitable espacio para aquel mecenas que la historia argentina reconocerá como prócer, Jorge Newbery. El libro, que también fue presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires y la Legislatura porteña lo declaró de "Interés Cultural", estará desde el 6 hasta el 10 de octubre en esta exposición que es visitada por más de 250.000 anualmente. Por eso, allí en la Feria de Frankfurt, en el Pabellón 5.1, Stand D 976, también hay un pedazo de los Barrios del Sur de Buenos Aires, ese territorio tan quemero.
Texto publicado por el autor del Blog en Clarin.com
Ahí, otra vez el Ducó, protagonista de la película El secreto de sus ojos, ganadora del Oscar 2010 a la mejor película extranjera. En este caso, en un almanaque de la Ciudad de Buenos Aires.
El de Ingeniero White fue uno de los siete Huracanes que participaron en Primera. Fundado el 25 de mayo de 1916, ganó dos Ligas del Sur y disputó los campeonatos Nacionales de 1968 (dos victorias y dos empates en 15 partidos) y 1971 (dos triunfos y cuatro igualdades en 14 partidos). Sus cuatro triunfos en la A fueron ante Estudiantes (1-0) y San Martín de Tucumán (1-0), en 1968; y contra Central Córdoba de Santiago del Estero (2-0) y Guaraní Antonio Franco (3-2), en 1971; todos de local. Además, en 1971, les empató a Racing (1-1, en Avellaneda) y a Estudiantes (0-0, en La Plata). Sus peores caídas resultaron: 0-11 ante Vélez, en Liniers; y 0-8 frente a Boca, en La Bombonera. En 1968, se enfrentó con el Huracán de Parque Patricios (0-3, de local); y en 1971 visitó al globo de Comodoro Rivadavia (1-1). Y tiene dos motivos de orgullo: fue el primer Huracán del Interior y el primer equipo de la Liga del Sur en jugar en la A, en 1968. La cancha se llama Bruno Lentini, tiene capacidad para 4.200 personas y está ubicada en el barrio Boulevard. Actualmente está relegado: disputó en 2009 el Argentino C. Lo que sigue es un relato de su día de gloria: *"Aquel día, ese épico 15 de setiembre de 1968, el del debut como local de Bahía Blanca en un torneo de la A, se produjo un pequeño milagro: Huracán de Ingeniero White venció 1-0 al Estudiantes campeón de América, el mismo que un mes después obtendría la gloria mundial ante Manchester United, en Old Trafford. Una semana antes, en Buenos Aires, Huracán había caído 5-0 ante Los Andes. Ante casi 11.000 hinchas (sólo Boca y River los superaron ese fin de semana en venta de entradas), un tal Ricardo Ovidio Ferlich —bahiense y puntero izquierdo— hizo el único gol, el del primer éxito, el del triunfo inolvidable... Enfrente de ese conjunto de voluntades, que finalizó último en el Nacional, estaban los ilustres platenses de Osvaldo Zubeldía: Poletti; Malbernat, Aguirre Suárez, Madero, Medina; Bilardo, Pachamé, Etchecopar; Ribaudo (después Lavezzi), Conigliaro y Juan Ramón Verón. No faltaba nadie. Para Huracán jugó en ese torneo Vicente Cayetano Rodríguez como defensor. Era un equipo de muchos conocidos de la zona, pero despojado de figuras. Ante Estudiantes formó con: Azcoitía; Fiore, Becchio, Guindea, Vicente Rodríguez; Lucero, Solís, De Nápoli; Magagna (Correa), Lliteras y Ferlich. Se trataba de un equipo modesto que sólo ganó dos partidos (el otro fue ante San Martín de Tucumán, 1-0 también de local), empató dos y perdió 11. Volvió a participar en el Nacional de 1971 sin mucho éxito. De todos modos, ya había vivido su día de gloria".
*Nota publicada por el autor del blog en Clarín, el 24 de agosto de 2002.
No se trata de la seducción de algún éxito pasajero; tampoco de una imposición de la implacable parafernalia mediática. Ser Quemero es una cuestión de pertenencia. Una preciosa herencia inmodificable.
Como en 2023, y de acuerdo con el Informe de Clubes de la AFA de 2024, Huracán se ubicó en un lugar de privilegio en cuanto a convocatoria. Con 31.197 espectadores de promedio por partido, finalizó séptimo a nivel nacional, tercero en CABA (sólo detrás de River -otra vez récord mundial, con 84.593 espectadores de promedio por partido- y Boca, el histórico líder en convocatoria) y cuarto en el AMBA (a los Superclásicos rivales se suma Racing, con apenas 723 espectadores más de promedio por encuentro). El Informe también detalla la cantidad de socios: Huracán volvió a crecer en ese rubro y llegó a los 51.302. Buenas señales para este Grande inobjetable.
Nuestra gente
De acuerdo con el Informe de Clubes 2023, realizado por la AFA, Huracán se ubicó como el tercer equipo más convocante de la Ciudad de Buenos Aires, detrás de River (récord mundial en el año) y de Boca. También se ubicó quinto entre los grandes, delante de San Lorenzo. Además, de acuerdo con datos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al Clásico de Barrio más grande del Mundo concurrieron más de 54.000 personas, cifra récord para nuestra casa luego de la última remodelación realizada en 1977.
Nuestro Palacio: el del Oscar y ¿el del Mundial 2030?
El estadio de Huracán es el primero del fútbol argentino y el segundo del mundo en participar de una película ganadora del Oscar (el primero fue El Molinón, por la película española Volver a empezar, de José Luis Garci). Nuestro Palacio Ducó se consagró en 2010, con El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella. Luego, el mítico Wembley -escenario del film El discurso del Rey- se sumó a la lista. Conocida la condición de la Argentina como una de las sedes inaugurales del Mundial Centenario, Buenos Aires fue elegida como subsede principal. Y se establecieron cuatro estadios como posibles escenarios: además del Palacio, fueron inscriptos por la AFA el Monumental de River, La Bombonera de Boca y el José Amalfitani de Vélez.
Nuestro fútbol
Desde finales del Siglo XIX, la Argentina se transformó en una de las capitales mundiales del deporte más popular. No sólo porque ahora cuenta con el seleccionado nacional más exitoso de la historia (con 23 títulos, con las tres Copas del Mundo que exhiben las estrellas del escudo) sino por tantos futbolistas y entrenadores que hicieron y hacen historia. Desde Diego y Lionel para atrás y para los que vendrán. Como algunos Quemeros que dejaron su impronta como múltiples campeones y goleadores: El Filtrador Stábile (goleador del primer Mundial y el entrenador con más títulos en la historia de los seleccionados del mundo), Tucho Méndez (el máximo anotador de la historia de la Copa América), Herminio Masantonio (el mejor promedio de gol en la vida albiceleste), Emilio Baldonedo (el máximo anotador del Superclásico universal contra Brasil), René (el mago de todas las magias que alzó la Copa del Mundo, como Ardiles, Larrosa y Baley en 1978) y tantos nombres que hicieron de Huracán el club que más goles le aportó a la Selección en los Mundiales. Nada menos. Todo eso.
Así nos ve la FIFA
"Durante el apogeo de la era amateur, Huracán se ganó su lugar entre los seis grandes del fútbol argentino, al obtener cuatro títulos de Liga en ocho años. A esa altura, el Quemero ya tenía como clásico adversario a San Lorenzo, por una cuestión barrial, y había forjado su rivalidad con Boca, con el que peleaba año a año por el título".
Desde la fundación en 1908, Huracán jamás bajó del top 6 en cantidad de títulos de la AFA (considerando a las Asociaciones afiliadas oportunamente a la FIFA). Y los datos son enormes en cuanto a superioridad: entre títulos de Liga y de Copas Nacionales, Huracán acumula 104 años a 0 respecto de Vélez y de Estudiantes (y 116 de insuperabilidad); 102 a 5 respecto de Rosario Central; 102 a 9 con relación a Newell's. Y considerando las mismas competiciones oficiales, San Lorenzo recién nos superó en 2001, es decir 93 años después de la fundación de ambos y permaneció durante 75 años superado desde el primer título del Globo de Newbery. Prohibido olvidar, cuando se hable de grandeza.
Los pagos huracanenses no se identificaban con exactitud como Parque de los Patricios. Se trataba aún del barrio de los Corrales Viejos, Mataderos del Sur. Justo Sáenz (h), en el libro "La amistad de algunos barrios", evoca esa época: "Barrio de los Corrales Viejos, escuela de visteadores y malambistas... constante pesadilla de la comisaría seccional y cliente conspicuo del Hospital San Roque (Ramos Mejía)... era el chinerío del pueblo de las Ranas y La Quema... en 1909 y 1910, siendo casi niño alcancé a conocerlo viniendo a caballo de la Provincia..." En aquellos días y en esa geografía, Huracán ya asomaba su estirpe gloriosa. Las Ligas Paralelas y los ascensos vertiginosos a Primera dan cuenta. Ligas Paralelas (1909-1912): 1909 - Liga Centenario: Subcampeón. 1910 - Liga 43, Verano: Campeón. 1910 - Liga 43, Invierno: Campeón. 1911 - Liga Anglo Argentina: Subcampeón. 1912 - Liga 43, Verano: Campeón. 1912 - Liga 43, Invierno: Subcampeón. /// Huracán en la Asociación (la AAF, la oficial, homologada por la FIFA, antecesora natural de la actual AFA, surgida en 1934): 1912 - Tercera División: Campeón de Sección. Ascenso a Segunda. 1913 - Segunda División: Campeón de Sección y de División. Ascenso a Primera.
King of The Twenties
En la década del 20, el fútbol del Río de la Plata era, claramente, el mejor del mundo. Así lo corroboró cada contacto internacional (Juegos Olímpicos, Copas América, giras, amistosos) que sucedió en aquellos años. El Mundial de 1930, con Uruguay y Argentina en la final, fue la consecuencia más notable y más visible. En ese contexto, Huracán resultó -junto a Boca- el más campeón de esta orilla. Del otro lado, la gloria se la repartían Nacional y Peñarol. En suma, los cuatro Reyes de ese fútbol entonces inmejorable.
Huracán del Río de la Plata
En los años 20, Huracán fue campeón de Liga de la Asociación Argentina (la oficial, afiliada a la FIFA) en cuatro ocasiones. A consecuencia de ello se ganó el derecho a participar en la final de la Copa Ricardo Aldao - Río de la Plata contra el campeón de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF). Pero hubo deserciones y ausencias: en 1921, no se presentó Peñarol; en 1922, no se presentó Nacional; en 1925, el Campeonato Uruguayo no finalizó por deficiencias organizativas y ese año Huracán fue el único campeón del Río de la Plata. En 1928, disputó el encuentro decisivo ante Peñarol y cayó por 3-0. Aunque no suelen aparecer en los Palmarés que se publican, se trata de tres títulos obtenidos por derecho adquirido, por aplicación del concepto de walkover (parte integrente de los reglamentos y costumbres de ambas Asociaciones) por la no presentación del rival en la final.
Los más coperos de los años 40
En los años cuarenta Huracán tuvo un gran protagonismo, sobre todo en el ámbito de las Copas. Se consagró campeón en 1942, en 1943 y en 1944. Cada trofeo tuvo además su propio valor agregado. La primera fue la Copa Adrián Escobar (accedían los 7 mejores de la competición de Liga). En ese 1942, Huracán finalizó tercero, detrás de River y de San Lorenzo. Ya sobre el final del año se disputó esta tradicional Copa de la época. Y el camino fue memorable: tras eliminar a Newell´s en los cuartos de final, venció 1-0 a San Lorenzo en las semifinales. Y el primer día de diciembre, en el Monumental ante 70.000 espectadores, derrotó 2-0 al local -con goles de Manuel Giúdice y Jorge Alberti- y se quedó con el primer título de esa hermosa trilogía. Al año siguiente, por la misma competición, se dio un gusto de los grandes. Se clasificó al finalizar cuarto en la Liga, eliminó a River y a Independiente. En la final, ante 60.000 espectadores en el Gasómetro, se impuso a Platense (tras igualar sin goles, se resolvió por el 4-1 en la diferencia de córners a favor). Y ese 11 de diciembre dio la vuelta olímpica en la cancha de su archirrival. Pero lo mejor llegaría con la tercera, la Copa Competencia Británica George VI. El trofeo -donado por David Kelly, embajador británico en la argentina, en nombre del rey en tiempos de la II Guerra Mundial, George VI- homologado por la AFA y la FA se lo quedó el Globo de Jorge Newbery. Eliminó en cadena a Vélez (2-1), a San Lorenzo (4-3, de visitante) y a Newell's (4-1), en las semifinales. En el encuentro decisivo, disputado en el Gasómetro ante más de 86.000 espectadores (cifra récord para un partido de Copa Nacional de la AFA), se reeditó el viejo Superclásico de los años 20 ante Boca, El Clásico del Puerto. Huracán se impuso 4-2, con goles de Tucho Méndez, dos de Llamil Simes y el restante de Natalio Pescia, en contra. Ese sábado 9 de diciembre, Huracán dio su segunda vuelta olímpica consecutiva en el vecindario de Boedo.
Magia del 73, Matriz del 78
El equipo campeón del Metropolitano de 1973 es considerado, por su juego, como uno de los mejores equipos de todos los tiempos. Era una maravilla al servicio de la pasión por jugar y por ganar. René, Miguel, El Inglés, Roque, Omar, El Coco, El Capitán Jorge... Y, claro, César para idear ese fútbol de alto vuelo. Ninguno necesita apellido, como el Diego o como Lionel. Pero ese equipo más allá de ser campeón ese año y gran protagonista en las temporadas siguientes fue otra cosa incluso más relevante: la matriz para el primer título de Argentina en la Copa del Mundo. Nada menos.
Gracias para siempre
Huracán fue el subcampeón del Clausura 2009. Y finalizó detrás de Vélez, luego de una definición escandalosa. Pero la mirada implacable de la historia lo exhibirá como el mejor. Consiguió el octavo subcampeonato de su vida centenaria (tras los de 1920, 1923, 1936, 1939, 1975, 1976 y 1994). Hay una certeza: Los Angeles de Cappa quedarán en la memoria. Es lógico: resultó, quizá, el mejor equipo del fútbol argentino en la última década.
Volvimos Campeones
Huracán consiguió lo que ningún otro equipo en la historia: regresó a la máxima categoría mientras se consagraba campeón de un torneo absoluto (la Copa Argentina). Así sumó la Estrella Doce. También se clasificó a la Libertadores. Un 2014 inolvidable.
Los Supercampeones
Huracán venció 1-0 a River y obtuvo la Supercopa Argentina, en 2015. Segundo título en cinco meses. La Estrella Trece. La conquista incluyó otro récord: el equipo que menos tiempo necesitó para salir campeón recién llegado a la A. Así, además, accedió a la Copa Sudamericana.
El abrazo de América
Huracán tuvo un 2015 memorable en el ámbito internacional. Fue el equipo con mejor registro de la Conmebol (una derrota en 18 partidos; "Equipo del Año"), mantuvo el Palacio Ducó invicto, fue subcampeón de la Sudamericana sin perder ni una vez (más allá de los penales ante Santa Fe) y se clasificó a la Libertadores 2016. Además, en el Ranking Mundial de Clubes se ubicó Top 4 entre los argentinos y Top 10 de América; y también 59 escalones por delante de San Lorenzo. Ya más tarde, en el siguiente semestre, se consagró como el mejor equipo argentino a nivel internacional en la temporada 15/16. Para seguir aplaudiendo. En 2017, además, participó del ámbito internacional por tercer año consecutivo. Disputó la Sudamericana. Ya en 2018, tras finalizar en el Top 4 de la Superliga, se grantizó un lugar en la Libertadores 2019. Y siguió protagonizando en la Conmebol: en la Sudamericana 2020 y 2023 y en la Libertadores 2023. Ahora, en 2025, es tiempo de regreso: jugaremos la Sudamericana. Novena participación en una década.
Escribe Jorge Iwanczuk, en su estupendo libro Historia del fútbol amateur en la Argentina: "En esas largas horas hojeando los diarios amarillos y llenos de polvo confirmé que los clubes no nacieron el 31 de mayo de 1931, fecha de inicio del Profesionalismo. ¿Por qué entonces si antes llenaron estadios con 40.000 espectadores y fueron grandes Racing, Boca, Independiente, San Lorenzo, Huracán, River... y hasta hubo un Campeonato Mundial en el que salimos subcampeones con jugadores amateurs, empezar a contar la historia por la mitad?"
Los Seis Grandes
La última manifestación oficial de la AFA sobre la valoración de los clubes fue publicada en la Memoria y Balance de 1942, Artículo 94. Allí se señala que son seis las instituciones a las que les corresponden tres votos: Boca, Huracán, Independiente, Racing, River y San Lorenzo. Los llamados "grandes". Así se encuentran mencionados por la máxima entidad del fútbol argentino: por orden alfabético. Para tomar la determinación se tuvieron en cuenta tres aspectos fundamentales: temporadas en la máxima categoría, campeonatos obtenidos y cantidad de socios. La expresión de la AFA se mantuvo hasta principios de los años cincuenta. Y luego, ya no hubo "votos privilegiados".
En nuestro lugar
La publicidad de Imparciales, un clásico de la década del 50. Y Huracán está allí, ubicado entre los grandes. En su lugar, también en el imaginario colectivo de ese tiempo. Los campeonatos de Primera contaban lo mismo: en los primeros 60 años de fútbol argentino (1891-1950), este era el ranking por títulos de Liga entre los equipos de la AFA: Boca (12), Racing (11), River (8), Independiente (5), San Lorenzo (5) y Huracán (4).
La verdad de las tribunas
Huracán, grande también por convocatoria. La historia cuenta que se encuentra entre los seis clubes con mayor cantidad de entradas vendidas; en definitiva de hinchas en las tribunas. Los datos son oficiales de la AFA y fueron publicados por los diarios Olé y Clarín, entre otros. Corresponden al período 1931-2009.
Lo que dijo la gente
En el último trimestre de 2001, el diario deportivo Olé realizó una encuesta entre hinchas y personalidades del fútbol respecto de una pregunta propia de este tiempo: ¿quién es el Sexto Grande? La respuesta fue inequívoca: Huracán, como marca la tradición. El Globo de Newbery acumuló 79.184 votos. Y entre los dos que lo escoltaron (Chacarita y Vélez) sumados no alcanzaron esa cifra.
Huracán está en todos lados. Nació en 1908, pero a partir de su gloria en los años 20, comenzó a tener hermanos/homónimos por el país y por el mundo. No hay un caso igual en el planeta. En la Argentina, además de El Globo original, otros seis llegaron a la máxima categoría. Y, de acuerdo con un relevamiento que puso en marcha el socio Fabián Lanier, hay más de 100 en 17 provincias: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Tucumán, San Luis, Santiago del Estero, San Juan, Mendoza, Corrientes, Misiones, Chaco, Salta, Catamarca, Santa Cruz y Chubut. Pero no es un fenómeno sólo local. En Latinoamérica existen Huracanes en Uruguay, Chile, Perú, Ecuador, México, El Salvador, Puerto Rico, Guatemala, Bolivia. Y también en Europa. Hay en España (incluso el tercer equipo de la Comunidad Valenciana) y en 2009 se fundó el Huracán FC London. Los dos casos más recientes son puro asombro: Huracán FC Sierra Leona y Huracán FC India, ambos nacidos del impulso del Quemero Henry May. Sí, Huracán también en Africa y en Asia.
Huracán-San Lorenzo, el Clásico de Barrio más grande del Mundo. Un espacio de rivalidad deportiva, pero también de pertenencia. Desde el Blog el mensaje es claro: sí al folclore bien entendido, siempre; NO a la violencia barrabrava que lo mata.
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El benefactor fundacional
Jorge Newbery fue un personaje clave de su época, hacia fines del siglo XIX y principios del XX. Polifacético hombre del deporte y del quehacer nacional, resultó también un generoso impulsor de este sueño llamado Huracán.
El Olímpico
Cesáreo Onzari fue una gloria de Huracán y del fútbol del mundo. Con el Globo de Newbery ganó los cuatro campeonatos de los años 20. Y la FIFA lo reconoce como el auténtico fundador del "Gol Olímpico".
Un grito para la historia
Guillermo Stábile puso a Huracán en el Cuadro de Honor de la FIFA al consagrarse goleador del Mundial de 1930. También se ganó entonces el Balón de Plata. Fue un símbolo de los años 20, La Década de Oro para El Globo de Newbery.
Un guapo del gol
Herminio Masantonio es el máximo anotador de la historia del club de Parque de los Patricios, con 254 goles en 349 partidos, y el tercero de la Era Profesional, detrás de Arsenio Erico y de Angel Amadeo Labruna.
El rey de la fantasía
René Houseman es un inequívoco motivo de orgullo: crack de todos los tiempos y campeón del Metropolitano de 1973. También se consagró con la Selección en el Mundial de 1978.
Soy periodista. Estudié Publicidad en la UADE y Sociología en la UNQ; primero, Derecho en la UBA. En Clarín desde 1996 a 2023. Participé de 7 de los libros publicados por la sección Deportes y fui enviado especial a todas las competiciones de la FIFA y de la Conmebol. También cubrí la Final de la Champions, en 2016. Formé parte de los equipos de Infografía, como asesor periodístico (Premio a la Excelencia de SND en 2000, 2011 y 2013 y Medalla Malofiej en 2013). Gané el Premio TEA al mejor periodista joven en medios gráficos, en 2004, y el Premio Especial del Año, en 2018, por el trabajo colectivo "Papelitos". En 2013 recibí el "Reconocimiento a la labor periodística" de parte del Congreso de la Nación. Publiqué junto a Oscar Barnade, en 2006, el libro "Mitos y creencias del Fútbol Argentino", de Ediciones Al Arco; y en 2014, "Todo sobre la Selección", de Editorial Club House. Soy miembro del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF), profesor en TEA y socio colaborador de APAER y de Greenpeace. También orgulloso fundador e integrante del Misura, en la UBA desde 1993.
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